top of page

EN PICADO,  EXPOSICIÓN AUDIOVISUAL de gran formato.
 

JAMES RHODES:

Adaptación de los textos de la biografía del autor, a quien agradecemos enormemente nos haya cedido los derechos para su uso como parte de las actividades del proyecto social de la compañía, de la que forma parte la exposición.  

En la exposición, voces en off.
download.jpg

"Hay muchísimas personas sin las que sé a ciencia cierta que hoy no estaría aquí. Han estado en mi vida a veces durante unas horas o días... a veces muchos años. Algunas son hilos que han formado parte de todo el tejido de mi existencia desde el principio.

 

He elegido un trabajo… ¡O quizás él me ha elegido mi! ...que requiere la aterradora y peligrosa realidad de pasar incontables horas en un gran escenario, concentrándome, pensando… sintiendo. Y casi todas esas cosas no son buenas para una persona con toda una serie de extrañas y maravillosas neurosis.

Pero es una profesión que me transmite de forma alternativa seguridad, pavor, presión y vigor. A veces, curiosamente, todo eso a la vez.

 

Han pasado casi seis años desde que me dieron el alta en una institución psiquiátrica. Salí de mi último hospital mental en el año 2012, hasta las trancas de medicamentos, sin carrera profesional, sin manager y sin dignidad.

 

De pequeña me pasaron cosas... ¡me hicieron cosas! ...cosas que me llevaron a gestionar mi vida desde una posición según la cual yo, y sólo yo, soy culpable de todo lo que desprecio de mi interior. Era evidente que una persona sólo podía hacerme cosas así si yo ya era intrínsecamente mala a nivel celular. Y todo el conocimiento, toda la comprensión y la amabilidad del mundo no bastarán para cambiar el hecho de que esa era mi verdad. Que siempre lo ha sido. Que siempre lo será. Y si no, preguntádselo a cualquiera a quien hallan.... Es igual… Si dicen lo contrario, mienten.

 

Pero hoy todo discurre de maravilla en mi desordenado saloncito. Como no podía ser de otro modo, comemos. Ellos hacen comentarios simpáticos, porque eso es lo propio de la gente que no es socialmente retrasada. Después, despido a todos y me voy a dormir.

 

Pero lo cierto es que no hay nada de maravilloso en todo esto. Siento anhelo, incertidumbre, inquietud, rendición y quizás esperanza. Todo lo que imagino que tuvo que sentir Chopin cuando con 20 años, se marchó de su casa de Varsovia para salir a explorar el mundo. Porque esto que suena podría ser Chopin. ¿Lo conocéis? Os voy a contar algo sobre el gran Chopin. Vivió arruinado, enfermo y desgraciado, y murió de tisis en medio de tremendos dolores, a los 39 años. Yo estoy un pelín menos arruinado. Tengo un talento descomunalmente inferior y aunque probablemente estoy igual de enfermo, aún no se me sale un trozo de pulmón cada vez que toso.

 

En la Policlínica tienen una unidad de protección infantil. Fui a prestar declaración contra mi antiguo profesor, el señor Lee, para ver si podía localizarlo y lograr que se responsabilizara de sus actos. Lo hice para cerrar proceso, para que hubiera justicia, para tratar de reconciliarme con mi yo de la infancia. Me dijeron que se habían puesto en contacto con el colegio y que no existía ningún registro de que alguien con ese nombre que hubiera trabajado allí.

Una vez leí un libro cuya protagonista se sentía tan sola que se ponía a guardar colas sólo para relacionarse con los demás. Y aunque las cosas todavía no se me han puesto tan feas, a veces me gusta hablar con desconocidos. Nunca el metro: hay situaciones en las que ni se te ocurre meterte.

 

Aunque he tardado casi 15 años, al fin sé que puedo ser feliz durante el resto de mi vida con la persona con la que estoy ahora.

 

Vosotros y yo estamos conectados de forma inmediata a través de la música. Yo la escucho. Vosotros la escucháis.

 

A mi la música me has salvado la vida. Y creo que también la de un montón de personas más. Ofrece compañía cuando no la hay. Comprensión cuando reina el desconcierto. Consuelo cuando se siente angustia, y una energía pura y sin contaminar cuando lo que queda es una cáscara vacía de destrucción y agotamiento. 

 

La música es una de las pocas cosas que puede llegar a los últimos recovecos de nuestro corazón y de nuestra mente…

 

Todos tenemos una banda sonora de nuestra vida".

 
 
AI DŌ (合 道)

PROJECT


 

bottom of page