La escenografía de la obra original representa la cubierta plana parcialmente ajardinada de un edificio. Un cubierta con numerosos objetos escondidos en diferentes rincones:  

 

   * Plantas que se van pudriendo a medida que transcurre el tiempo. 

 

   * Bancos donde las almas decepcionadas reflexionan sobre el sentido de la vida.

 

                Memento mori, recuerda que morirás. 

                La reflexión sobre lo inevitable. 

 

    * “El espejo es el objeto que habitualmente origina la imagen duplicada. Hay que huir del espejo roto, pues el hombre reflejado podría correr la misma suerte que el objeto. Hay que  evitar mirarse en ellos,  por riesgo a perder el alma y la esencia individual. 

 

El espejo muestra todo lo que, debiendo permanecer secreto, oculto…  se ha manifestado. El doble y el espejo desnudando al individuo, obligándolo a observarse descarnadamente. El doble lo invade todo. Todo reflejo, toda aparición del doble, todo desdoblamiento de la personalidad es, en realidad, el preludio de una catástrofe.  ¿Cómo evitar esa catástrofe? 

 

El reflejo, la sombra y su inexorable avance, engullendo la luz y devorando los cuerpos”.

Inés Marcos Lantero.